Wanda.K

Candela se pone en la fila de las chicas con sus amigas Tati y Pau. Lo mismo hacen Nico y Teo en la fila de los chicos. Es sábado por la noche y, si bien no hace mucho frío, los atuendos cortos, brillosos y acharolados de las chicas dejan entrar el viento de la costanera con facilidad. Con los latidos aumentando, pero apaciguados por el alcohol, Candela le entrega el DNI al patova. Este la mira de arriba a abajo: pelo rubio teñido, ojos acristalados acompañados de pestañas con rímel algo corrido, piel pálida y piernas envueltas en medias cancán. —¿Cómo te llamás? —Ángeles Castillo. —¿Qué día cumplís? Candela mira para arriba, achinando los ojos. —El 5 de marzo. —Pasá. Candela suspira y avanza, esperando que los amigos sigan el mismo protocolo. Mientras, mira el DNI y se ríe. Ángeles era castaña y su piel más oscura; no había signos de alegría en su cara. Su primo Gabriel era quien se lo había dado, pero nunca supo decirle de dónde lo sacó. Adentro, Candela y los amigos bailan, entrecie...

  Momentos de mi vida Si tuviera que sintetizar los recuerdos de mi infancia como concepto, esos que en las películas aparecen con un sol imponente de fondo acompañado de risas infantiles en off, diría que así guardo los momentos con mis primos. Soy hija única y aunque no creo que ellos sepan el lugar especial en que los atesoro, allí están, en nuestros días soleados compartidos en familia en el club, jugando con el frisbee, la pelota o andando en bici. En los shows que hacíamos llevando a todos los invitados al living y bailando disfrazados “La gallina turuleca" que sonaba desde el tocadiscos Winco de la casa de mis abuelos. También en los juegos de mesa, en esa misma casa, cuando yo ganaba aquel juego que debe haber sido un ludo , para celebrar mi victoria, gritaba “¡ajoite!” , ajoite es una palabra inventada y por eso, remite pura y exclusivamente a ese momento y lugar.  Mi infancia fue un ajoite. Ese entorno cálido, seguro y feliz, siempre se va a mantener cristalizado e...

  Querida María Antonieta   Encuentro sentimientos encontrados con su carta. Por un lado me siento halagado de recibir correspondencia de la mismísima archiduquesa de Austria y reina de Francia, por otro, altamente ofendido con su insinuación. Yo soy un hombre respetado y ante todo, fiel a la ley. Espero que mi éxito no la confunda dado que mis medios para llegar a él fueron totalmente legítimos.   Sin embargo, como hombre de fé, debo decirle que lamento la situación turbulenta en la que se encuentra. La toma de la bastilla debe de ser uno de los hechos más impactantes del que he oído hablar en mucho tiempo y me imagino lo escalada que debe estar la situación ahora.   Pero yo no soy el hombre que busca, soy un simple representante. Creería que una personalidad tan poderosa política y adquisitivamente tendría los recursos necesarios para sortear esta situación, créame que yo en su lugar ya habría abandonado mi país hacia cualquier paraíso remoto que se me antoje. A ve...

  El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla Eso nos recordaban todos los años cuando hablábamos de la shoá Y nosotros entendíamos Sin realmente entender Hasta que tuvimos que volver que justificar nuestra existencia  Enumerar las razones por las que somos precavidos y memoriosos Y sentir que no nos entienden Aunque digan que lo entienden  El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla  Eso nos hizo saber que no podemos dejar pasar un bloqueo en la entrada de la universidad  Y entender Aunque no queramos entenderlo Que el antisemitismo es odio irracional que sabe muy bien esconderse Que puede aparecer de las formas y personas menos pensadas Así van a entender Por qué no podemos olvidar